Huida tras el asalto con dos rehenes
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Huida tras el asalto con dos rehenes
Yo, que estaba eufórico por la casi victoria y por haber secuestrado a dos Barbies, como dicen en mi tierra a las chicas guapas, giramos bruscamente hacia la derecha para adentrarnos al bosque y perderles de vista a los guardias que nos seguían.
Justo cuando ya estabamos en el medio del bosque y habíamos perdido de vista, comprendimos que los caballos no podían seguir con tanto peso y que debían parar. Quitamos las monturas y la loca se fue a distraer a los guardias guiándolos en sentido contrario.
Yo me quedé con las dos doncellas, las cuales seguían atadas y se encontraban escondidas en un surco, debajo de las raizes de un gran árbol, frondoso y fuerte además de grande y con colores semejantes a los de todos, obviamente, pero con mucha más vitalidad que el resto.
Las desaté a las dos y les dije lo siguiente:
-Por favor, no gritéis... De lo contrario, me veré en la obligación de mataros, y después de muertas, a saber lo que os haré...
Rápidamente noté cómo sus caras palidecían al instante, y sonreí victoriosamente a la vez que miraba de un lado a otro intentando divisar a los solados, para saber si nos seguían.
Justo cuando ya estabamos en el medio del bosque y habíamos perdido de vista, comprendimos que los caballos no podían seguir con tanto peso y que debían parar. Quitamos las monturas y la loca se fue a distraer a los guardias guiándolos en sentido contrario.
Yo me quedé con las dos doncellas, las cuales seguían atadas y se encontraban escondidas en un surco, debajo de las raizes de un gran árbol, frondoso y fuerte además de grande y con colores semejantes a los de todos, obviamente, pero con mucha más vitalidad que el resto.
Las desaté a las dos y les dije lo siguiente:
-Por favor, no gritéis... De lo contrario, me veré en la obligación de mataros, y después de muertas, a saber lo que os haré...
Rápidamente noté cómo sus caras palidecían al instante, y sonreí victoriosamente a la vez que miraba de un lado a otro intentando divisar a los solados, para saber si nos seguían.
Huésped- Invitado
Re: Huida tras el asalto con dos rehenes
La joven rubia, miró a su amiga Avefenix después de que le quitaran la mordaza, le agarró fuerte de la mano y le dijo:
-Mensa... Éste es nuestro fin...
-Mensa... Éste es nuestro fin...
Huésped- Invitado
Re: Huida tras el asalto con dos rehenes
Avefenix escucha a Elenatxa.
- Eso creo, mensa. Eso creo - le responde, suspirando.
- Eso creo, mensa. Eso creo - le responde, suspirando.
Blablabla- Mala malosa
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Localización : Esperando volver...
Fecha de inscripción : 10/08/2008
Re: Huida tras el asalto con dos rehenes
lijesus con algunos guardia siguió al bandido y a la loca
De pronto un grupo de guardias interceptan a los bandidos
De pronto un grupo de guardias interceptan a los bandidos
Re: Huida tras el asalto con dos rehenes
-¿Qué es ese ruido?-preguntó Avefenix a Elenatxa, muy extrañada.
La joven se levantó y medio escondida en el tronco temiendo de que fuera un asaltador, otro más mejor dicho, se asomó desde ahí y dijo:
-Parecen cascos de caballos... Pero por culpa de toda esta hierba, matorrales y demás no logro ver nada...-hizo una pausa, contemplando el horizonte intentando divisar alguna figura conocida hasta que finalmente dijo: -¡Son unos cuantos soldados y tu hermano!
Eso bastó para que el bandido las cogiera del brazo, haciéndolas daño además, y las tirara al suelo para esconderlas. Las amenazó con callarse y no moverse y cogió su espada, a la espera.
La joven rubia miró a Avefenix, temiendose las dos lo peor, cuando de pronto se le socurrió una idea.
De entre los objetos robados, habían dos floretes de plata y hierro. De empuñadura de cuero y detalles en plata, con una hoja de hierro.
-¿Sabes esgrima?-susurró la damaa su amiga mientras le entregaba uno.
Ella negó con la cabeza, la rubia resopló y también afirmó que sólo sabía lo justo, pero lo suficiente como para protegerse de él.
Cogió bien firme el florete, se levantó sigilosamente y puso la punta del arma en la espalda del bandido, siendo acompanada ésta con la de Avefenix. Las dos, con el pulso temblando porque nunca habían combatido contra un ladrón, se miraron y atentas a cada movimiento del hombre, observaron como poco a poco él dejó la espada en el suelo.
La joven se levantó y medio escondida en el tronco temiendo de que fuera un asaltador, otro más mejor dicho, se asomó desde ahí y dijo:
-Parecen cascos de caballos... Pero por culpa de toda esta hierba, matorrales y demás no logro ver nada...-hizo una pausa, contemplando el horizonte intentando divisar alguna figura conocida hasta que finalmente dijo: -¡Son unos cuantos soldados y tu hermano!
Eso bastó para que el bandido las cogiera del brazo, haciéndolas daño además, y las tirara al suelo para esconderlas. Las amenazó con callarse y no moverse y cogió su espada, a la espera.
La joven rubia miró a Avefenix, temiendose las dos lo peor, cuando de pronto se le socurrió una idea.
De entre los objetos robados, habían dos floretes de plata y hierro. De empuñadura de cuero y detalles en plata, con una hoja de hierro.
-¿Sabes esgrima?-susurró la damaa su amiga mientras le entregaba uno.
Ella negó con la cabeza, la rubia resopló y también afirmó que sólo sabía lo justo, pero lo suficiente como para protegerse de él.
Cogió bien firme el florete, se levantó sigilosamente y puso la punta del arma en la espalda del bandido, siendo acompanada ésta con la de Avefenix. Las dos, con el pulso temblando porque nunca habían combatido contra un ladrón, se miraron y atentas a cada movimiento del hombre, observaron como poco a poco él dejó la espada en el suelo.
Huésped- Invitado
Re: Huida tras el asalto con dos rehenes
mientras los bandidos creian que se ocultaban los guardias los sorprendieron y los apresaron. Lijesus liberó a avefenix y a elenatxa mientras volvial castillo y los guardian se llevaban a las cárceles del reino a los bandidos
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